La vida en el estanque.

Por: Bilbo Lovecraft

“el independiente”, Diciembre 6, 2001. San Miguel de Allende.

Lengua, religión y desigualdades

“Por dios, ¿quién puedes ser tu, si eres el innombrable?” Index librorum prohibitorum. Donec corrigatur. Decr. 4 Martii 1709.

Llegó un nuevo pato –o algo parecido- al estanque de la fábrica La Aurora, dicen que volando, al menos todas las indagaciones de Nicolás y el “Pinolillo” así lo indican. El nuevo pato es completamente diferente a los otros. Hace siete u ocho años, había tres o cuatro patos blancos en el estanque, luego llegaron patos de corte egipcio, un par de gansos que se convirtieron en tres y, últimamente, aparecieron las nuevas generaciones de patos mezclados y los patos “punk”.

El caso es que el pato nuevo no dice “cuac”, sino “pip” y de repente le da por cantar. Cuando canta, los otros patos insisten con su “cuac, cuac”, cada uno con su estilo y acento. No existe un “cuac” puro y universalmente reconocido, lo que dificulta el entendimiento en el estanque, además los gansos, de tiempo en tiempo, dicen “pbrrra”, “pbrrra y gritan “guigac”, ”guigac”, el pájaro carpintero marca el ritmo picoteando la palma y se hace toda una algarabía cuando se suman los pájaros negros.

El estanque, al igual que el planeta humano goza de una gran diversidad de lenguas, si redujéramos los seis mil millones de habitantes que nos encontramos navegando actualmente en el mundo, a cien personas, de éstas, seis hablan español como lengua materna y otros seis inglés. En este supuesto, quince personas hablan el chino mandarín, que es la lengua materna que más personas utilizan. El Bengalí, el hindi, el portugués y el ruso lo hablan tres personas cada uno. El japonés lo hablan dos personas al igual que el alemán y el francés, los siguientes idiomas, cada uno, es lengua materna de una persona: chino wu, Javanés, coreano, vietnamita, chino yue (cantonés), telugu (que se habla en la India y Singapur), marathi (India), tamil (que se habla en la India, Malasia, Mauricio, Singapur, Sud África y Sri Lanka) turco y urdu (que se habla en Afganistán, India, Mauricio, Pakistán, Sud Äfrica y Tailandia).

Llevamos veinte idiomas repartidos, en cincuenta y cinco personas del selecto grupo de las cien representantes de la humanidad iniciando el siglo veinte y uno. Las cuarenta y cinco personas restantes, sin idioma, deberemos fraccionarlas para darle voz, entre otros idiomas, al polaco, el italiano, los diferentes tipos de árabe, ucraniano, holandés, otros tipos de chino, sueco, etc.  

Por si fuera poco, las posibilidades del mal entendido se acrecientan con las diferentes maneras de pensar. Continuando con el supuesto de una humanidad representada en cien personas: treinta y tres son cristianas en el amplio sentido de la palabra (ortodoxos, católicos apostólicos romanos, calvinistas, luteranos, etc.), veinte y dos son creyentes del Islam, quince personas son hinduistas e igual numero no profesan religión alguna, o sea, que son ateas o agnósticas (que declaran inaccesible al entendimiento humano toda noción de lo absoluto), seis personas son Budistas y otras cuatro son creyentes de la religión tradicional china. Las demás religiones no llegan a una representación que llegue a la unidad, por lo que habría que fraccionar a las cinco personas que restan, para darle presencia a las religiones no citadas.

Recuerdo que Eduardo el Artista, alguna vez dijo que los patos no tienen memoria, eso supondría que a cada instante el pato redescubre el estanque, a los otros patos y a su reflejo. ¿será por eso que dicen que “no te hagas pato”? Si lo anterior es cierto, podemos suponer que los patos no tienen religión, motivo por el cual ésta no debe ser motivo de confusión en el estanque.

Cuando llega Don Adán con el alimento de patos y gansos, se presenta una lucha cristalina, los gansos, de inmediato, en su deseo por apoderarse de toda la comida, dejan de comer por estar ahuyentando a los patos. Los patos machos reclaman y hacen valer su prioridad ante las patas, y curiosamente, el pequeño nuevo pato, ha mostrado una agresividad a la hora de comer, que se ha ganado el respeto de prácticamente todas las aves del estanque, ¿será pato del Pentágono o de El Qaida?

Las diferencias de origen cuentan, de las cien personas representantes de la humanidad: veinte y uno son chinos, diez y siete hindúes, cinco estadounidenses, cuatro indonesios, tres brasileños (llevamos la mitad de las cien), tres rusos y tres pakistaníes. Bangladesh, Japón, Nigeria y México cuentan con dos personas cada uno y los siguientes países, tienen derecho a un representante en el selecto grupo de las cien: Alemania, Filipinas, Vietnam, Egipto, Turquía, Irán, Tailandia, Etiopía, Reino Unido, Francia e Italia. Los países restantes, no es nada personal, pero no pueden alcanzar por si solos un representante íntegro. Habrá que fraccionar a las veinte y cinco personas que quedaron aun sin nacionalidad.

Treinta y ocho billones de dólares (treinta y ocho millones de millones, o si se quiere, treinta y ocho acompañado de doce ceros, en dólares) es el valor aproximado del Producto Mundial Bruto (valor de lo que produce la humanidad en un año), el veinte y dos por ciento lo producen los cinco estadounidenses, los veinte y un chinos colaboran con el once punto seis por ciento, los tres japoneses con el siete punto seis por ciento, el alemán con el cuatro punto siete por ciento, mientras que las diez y siete personas de la India colaboran con el cuatro punto cinco por ciento. Los dos mexicanos, a pesar de fiestas y siestas, colaboran con el dos punto uno por ciento del mismo producto mundial. Una cosa es producir y otra a quién beneficia, de las cien personas que representan nuestra humanidad, seis personas poseen el sesenta por ciento de la riqueza mundial, cuatro son norteamericanos, uno es europeo (alemáninglésfrancés) y el otro japonés.

Al enterarse el Pinolillo del comentario de que los patos no tienen memoria, cosa que en principio los pone en desventaja con los hombres, respingó y, con la seguridad de sus siete años, me hizo ver que los patos si tienen memoria, ya que saben a qué horas y en dónde les dan la comida y, además, sentenció retadoramente, saben nadar mejor que tu que dices que tienes memoria, así que no te hagas el ...*