Por un pedazo de mar y playa.

Por: Azul Mirón

Revista Perfil San Miguel. 2010. San Miguel de Allende.

No se sabe bien a quién se le ocurrió, pero los adeptos a la propuesta rápidamente se incrementaron como una ola de tsunami; autoridades, hoteleros, restauranteros, artesanos, desarrolladores, artistas y políticos de todos los horizontes la apoyaron de inmediato. Todo marchaba como si no fuera México, la posibilidad de traer un pedazo de mar y playa a San Miguel logró contar con el apoyo del mismísimo gobierno federal.

El plan prevenía colocarlos al poniente, a un lado de la presa, por aquello de las puestas del sol. La noticia se esparció como la brisa y de un día a otro se incrementó en la plaza la oferta de trajes de baño, cremas para el sol, juguetes de playa, luego empezaron a llegar lancheros de Acapulco y Cancún. Todo iba muy bien, hasta que los dueños de las tierras se opusieron.